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Como mantener a los niños seguros en línea

Como mantener a los niños seguros en línea

Cuando un niño usa cualquier dispositivo conectado a internet, las salvaguardas y prácticas de seguridad habituales pueden no ser suficientes. Los niños presentan desafíos adicionales debido a sus características: falta de experiencia, inocencia, curiosidad, deseo de independencia y miedo al castigo.

Hay que tener en cuenta estas características para saber cómo proteger nuestros datos, y por encima de todo al niño.

Podemos pensar que debido a que solo está enfrascado con un juego online, viendo videos en YouTube o buscando información para un trabajo escolar, no puede causar o recibir ningún daño.

  • Pero, ¿qué pasa si, al guardar su trabajo escolar, el niño elimina o sobrescribe un archivo importante?
  • ¿O si accidentalmente visita una página web comprometida que infecta nuestro ordenador con software malicioso?

Estos son solamente dos escenarios posibles.

Los adultos también cometemos errores, pero los niños pueden no darse cuenta de lo que ha pasado.

O pueden callárselo por miedo a ser castigados o que se les prohíba el acceso al ordenador.

Pero esto, en cualquier caso, no deja de ser un mal menor, si lo comparamos con lo que puede pasar si cae en manos de alguno de los depredadores que hacen de internet su coto de caza.

Debido a que Internet, mediante las herramientas adecuadas, tiene el potencial de poder facilitar cierto anonimato, es relativamente fácil para un actor malintencionado manipular o engañar a otros usuarios.

Los adultos a menudo somos víctimas de estas tácticas, y los niños, que suelen ser mucho más abiertos y confiados, son objetivos más fáciles.

Estas amenazas son aún mayores si el menor tiene su propio dispositivo ubicado en su habitación, con el que puede navegar libremente por internet, utilizar programas de mensajería instantánea, visitar salas de chat o tener cuentas en redes sociales.

Depredador de internet

Hay que tener en cuenta que a partir de los 14 años nuestros hijos en principio no tienen por qué pedirnos permiso para acceder a ninguna aplicación o red social.

Pueden hacerlo de manera unilateral y ser usuarios autónomos.

En general prima el derecho a la intimidad del menor, salvo en casos excepcionales, o cuando existan evidencias claras de que se puede estar cometiendo un delito.

Qué puedes hacer

No es nuestra intención decirle a nadie como tiene que educar a sus hijos.

Esto no es un blog donde se dan consejos a otros, mientras como padres, también podemos tomar nuestras propias malas decisiones.

Dicho esto, aquí dejamos unas cuantas pautas.

Participa

Muchas veces no es nada fácil, pero no pierdes nada con proponerle actividades en las que podáis trabajar juntos: jugar en línea, ver un video en YouTube, descargar música, o lo que sea.

Esto te permitirá hacerte una idea aproximada de como lo lleva a la hora de manejar el ordenador y moverse por internet.

Ubicación del dispositivo

Si es menor de 14 años, mantén el dispositivo que utiliza en una área abierta: de esta forma podrás echar un vistazo discretamente y de vez en cuando a lo que está haciendo.

Esto puede disuadir a los niños de hacer algo que saben que no tienen permitido.

También te da la oportunidad de poder intervenir si detectas un comportamiento extraño o disruptivo que podría llegar a tener consecuencias negativas.

Establece reglas y adviértele sobre los peligros

Esta es una de las partes más difíciles, pero asegúrate de que tu hijo sabe los límites de lo que puede hacer en el ordenador.

Los criterios a tener en cuenta para que un menor empiece a emplear los dispositivos de manera autónoma y sin supervisión para acceder a diferentes contenidos y servicios en línea, deberían ser proporcionales a la edad, el conocimiento y la madurez del niño o de la niña.

Los expertos dicen que no es demasiado aconsejable, e incluso contraproducente, que los menores de 12 años tengan su propio ordenador y teléfono móvil.

También debes hablar con ellos sobre los peligros de Internet para que aprendan a reconocer comportamientos inapropiados y actividades sospechosas.

Discute los riesgos de compartir cierto tipo de información, y que nunca contacten con desconocidos o faciliten información privada.

El objetivo no es que tengan miedo, es hacerlos más conscientes.

Es imprescindible incluir el tema de los distintos tipos y variantes de ciberacoso, sobre todo el grooming: el engaño que un adulto perpetra contra un menor para pedirle fotos de contenido sexual, o incluso quedar con él para tener relaciones.

Hecha un vistazo discretamente a su actividad en el ordenador: los sitios web que está visitando, si está usando el correo electrónico, alguna aplicación de mensajería instantánea, salas de chat, etc.

Trata también de tener una idea de con quién está compartiendo información.

Fomenta su sentido crítico a la hora de aceptar a desconocidos en las redes sociales, juegos online y servicios de mensajería, y ayúdale a configurar las opciones de privacidad que ofrecen estos portales para determinar qué información tiene que compartir.

Básicamente:

  • Mientras no se demuestre lo contrario, en Internet nadie es quien dice ser.
  • No hagas de forma virtual lo que nunca harías en tu vida real.
  • Cuida tu identidad digital.
  • Evita publicar cualquier información personal en línea.
  • Si algo te incomoda, deja de interactuar.
  • Respeta los derechos de los demás.

Mantén abiertas las líneas de comunicación

Hazle saber que puede acercarse a ti con cualquier pregunta o inquietud sobre comportamientos extraños al interactuar con otras personas, o problemas técnicos que puedan surgirle al utilizar el dispositivo.

Considera crear cuentas separadas

La mayoría de sistemas operativos dan la opción de crear una cuenta diferente para cada usuario que se puede configurar con distintos privilegios.

Control parental de Windows 10

Si te preocupa que tu hijo pueda acceder a tus archivos personales, modificarlos o eliminarlos accidentalmente, puedes cifrarlos, o bloquear el acceso a ellos mediante tu cuenta de administrador.

Si no tienes cuentas separadas, debes tener especial cuidado con la configuración de seguridad.

Por ejemplo, evita que tu navegador recuerde las contraseñas y otra información personal.

Considera implementar controles parentales

Es posible configurar algunos filtros en los navegadores.

Por ejemplo, Internet Explorer permite restringir o permitir el acceso a ciertos sitios web y proteger estas configuraciones mediante una contraseña.

Configurar las funciones de la familia en Windows 10.

Mediante una búsqueda en addons.mozilla.org puedes encontrar varias extensiones que proporcionan la posibilidad de bloquear contenidos en Firefox.

Existen otros recursos que puedes usar para controlar o monitorizar la actividad en línea de tu hijo.

Algunos ISP ofrecen servicios diseñados para proteger a los menores en línea. Ponte en contacto con tu proveedor de servicios de internet para ver si está disponible.

También hay programas especializados que puedes instalar en tu dispositivo. Ofrecen diferentes características y capacidades, por lo que puedes encontrar el que mejor se adapte a tus necesidades.

Sin embargo, no es aconsejable emplear métodos excesivamente restrictivos e intrusivos.

Hay que buscar el equilibrio entre el derecho a la intimidad de los hijos con el deber de ejercer la patria potestad de los padres.

Avisos de seguridad

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