El spear phishing es un ataque de phishing dirigido contra un individuo u organización en concreto. Estos correos electrónicos están diseñados para que las víctimas confíen en el mensaje lo suficiente como para abrirlo y actuar en consecuencia.
Las formas de relacionarnos han cambiado mucho en las últimas décadas, para bien y para mal. Ahora es relativamente fácil conocer a alguien interesante en internet, pero el aumento de las citas en línea también ha reactivado una vieja estafa llamada catfishing.
Te encuentras en un aeropuerto, un hotel o un restaurante y necesitas recargar urgentemente tu teléfono móvil, pero no tienes el cargador. Sin pensártelo dos veces, lo conectas a una estación de carga USB pública. Normalmente, no va a pasar nada, y solo en casos muy raros podría caer en las manos de un pirata informático.
El spyware es un tipo de software malicioso, que se instala en un dispositivo informático sin el conocimiento de su propietario. Invade la privacidad, roba información confidencial y la transmite a una entidad externa aprovechando la conexión a internet.
Todos conocemos un método de ataque bastante antiguo, mediante el cual, los delincuentes engañaban a las víctimas para que pagasen por la eliminación de malware que no exista. Pensábamos que ya formaba parte de la arqueología informática, pero se ve que está volviendo a circular.
Los tiempos en que la ciberseguridad implicaba instalar un antivirus y configurar un cortafuegos han pasado a la historia. Los ciberdelincuentes de hoy en día, ya no derriban la puerta principal, sino que la atraviesan como si estuvieran en su casa.
Las empresas de ciberseguridad ofrecen una amplia gama de servicios a sus clientes. Uno de los más comunes es el de pruebas de penetración que ayudan a identificar posibles puntos débiles en sus sistemas y arquitectura de red.