Un estudio llevado a cabo por Avast Threat Labs ha descubierto que el 72% de los dispositivos Android que operan en todo el mundo son propensos al adware. El adware móvil utiliza el rendimiento de la CPU para mostrar spam mediante anuncios no deseados que no solo agotan la batería, sino que también atraen otro tipo de problemas.
Adware es cualquier aplicación de software en la que se muestra publicidad mientras se ejecuta el programa, o después de su instalación.
La justificación para el adware es que ayuda a recuperar los costes de desarrollo y de esta forma se puede ofrecer un programa de forma gratuita.
Si bien se puede instalar con el consentimiento de la persona que instala el programa (por ejemplo aceptando los términos de uso) el adware se puede clasificar como spyware si realiza estas acciones sin su consentimiento informado.
En la mayoría de casos, cuando descargamos una app gratuita, estamos permitiendo implícitamente que se nos muestre publicidad más o menos invasiva.
Si queremos eliminarla, hay que pagar por una suscripción o una licencia.
Lidiar con esta basura puede ser difícil, ya que los anuncios pueden aparecer fuera de la aplicación, lo que dificulta encontrar su origen.
Sin embargo, más allá de esto no son particularmente dañinos
Pero el software publicitario insertado en las aplicaciones gratuitas para teléfonos móviles puede llegar a ser malicioso e insidioso.
Tal como está el mercado es casi imposible saber si el producto gratuito que estamos instalando comprometerá nuestra privacidad, la seguridad y las funcionalidades del dispositivo.
Aparte de descarar la batería y llenar el móvil de anuncios, el adware puede hacer cosas peores, como aumentar el consumo de datos o robar y filtrar información personal.
Como se instala en un dispositivo
El método más común utilizado por los piratas informáticos para infectar un dispositivo es a través de aplicaciones que contienen publicidad fraudulenta o que han sido previamente troyanizadas.
En el primero de los casos, al hacer hace clic sobre los anuncios, podemos descargar archivos ejecutables de manera subrepticia, infectar el móvil con ransomware, o ser redirigidos a páginas de phishing.
En el segundo de los casos, la app, puede llevar a cabo actividades maliciosas, durante su uso, o también cuando se ejecuta en segundo plano.
Por ejemplo puede recopilar todo tipo de información personal sin el conocimiento y consentimiento del propietario del dispositivo.
Evitar el adware
La prevención es la mejor solución, porque es difícil eliminar el adware, y otros tipos de malware, una vez que están arraigados en un dispositivo.
Muchas veces no basta con eliminar la app sospechosa y es necesario llevar a cabo un restablecimiento de fábrica con lo cual perderemos fotos, archivos y aplicaciones.
A continuación, se ofrecen algunos consejos para protegerse del adware móvil.
- Cuidado al descargar aplicaciones fuera de las tiendas oficiales.
- Muchas de estas aplicaciones pueden ser falsas o fraudulentas.
- Si la aplicación solicita una cantidad excesiva de permisos, puede ser maliciosa.
- Verifica las calificaciones de la aplicación antes de descargarla y evita aquellas que tengan pocas (o demasiadas) estrellas.
Tampoco confíes ciegamente en las reseñas positivas y busca el término medio. - Controla la aplicación antes de descargarla y revisa los permisos que solicita.
- Evita que la aplicación funcione en segundo plano (a menos que sea completamente necesario)
- Actualiza el dispositivo y las aplicaciones a la última versión, con todos los parches de seguridad disponibles.
- Comprueba los extractos bancarios y de tarjetas de crédito con frecuencia y controla los pagos no autorizados o las suscripciones mensuales.
- Asegúrate de que Play Protect esté habilitado.
- No rootees tu dispositivo, ya que esto puede exponerlo a amenazas.
- Los antivirus son inútiles en la mayoría de los casos.
El ecosistema de Android siempre ha sido y sigue siendo una amenaza mayor que iOS porque al ser de código abierto es relativamente más fácil para los desarrolladores publicar sus aplicaciones tanto en el mercado oficial como en el alternativo.