Hoy en día, el wifi gratuito está disponible en muchos sitios: centros comerciales, los principales aeropuertos, algunos restaurantes y cafeterías, bibliotecas, transporte público, habitaciones de hotel, e incluso hasta en la playa. Y estas redes son utilizadas por millones de personas a diario. Sin embargo, la mayoría de estos puntos de acceso no brillan precisamente por su seguridad.
Incluso si requieren de una contraseña para iniciar sesión, eso no significa necesariamente que tus actividades en línea sean privadas.
Como hemos dicho en artículos anteriores, los ciberdelincuentes crean puntos de acceso falsos imitando los nombres legítimos de las redes públicas.
También pueden interponerse entre un usuario y una aplicación para perpetrar un ataque de hombre en el medio.
En ambos casos, su propósito es interceptar la comunicación para robar en vivo y en directo los datos de los usuarios.
¿Significa esto que no debemos usar wifi público bajo ninguna circunstancia?
No, si por algún motivo no quieres o no puedes utilizar tu tarifa de datos, especialmente en el extranjero, puedes usarlo de manera segura tomando algunas precauciones.
Asegúrate de que siempre te conectas al nombre de red (SSID) auténtico
Por lo general, los depredadores crean redes públicas falsas con un nombre bastante similar a las genuinas y, en un momento de despiste, todos podemos caer en la trampa.
Por ejemplo:
- Airport_Free_Wifi_AENA → Auténtica.
- Airport_Plus_Wifi_AENA → Falsa.
Se recomienda el uso de wifi público protegido con contraseña.
Si bien esto no garantiza al cien por cien que el emisor no es un villano que quiere interceptar nuestras comunicaciones, sí que ofrece más garantías que las conexiones abiertas.
Algunas redes wifi públicas como las de los hoteles o centros comerciales piden que te registres para obtener una contraseña antes de poder utilizarlas, por lo tanto, ten cuidado con las que solicitan demasiada información.
Pero no todas las redes públicas utilizan una contraseña.
La mayoría son redes totalmente abiertas, que no requieren de ningún requisito para poder conectarse a ellas.
En este caso, es mejor verificar siempre el nombre de la red, con una persona autorizada, por ejemplo el encargado del bar o del hotel, antes de conectarse a ella.
Protege tus dispositivos
La seguridad del dispositivo es una precaución imprescindible para proteger tus datos.
Y en este sentido, da lo mismo que estés utilizando conexiones seguras u optando por wifi público.
- En el caso de un ordenador portátil, asegúrate de tener Microsoft Defender actualizado y funcionando, o si lo prefieres, instala otra solución antimalware diferente.
- El cortafuegos es otra característica esencial para la seguridad de tu ordenador, y debe estar siempre habilitado.
En el caso de los teléfonos móviles, un antivirus te va a servir de bien poco y tendrás que tirar de VPN, si o sí.
Pero sí que es importante, tener la última versión de Android o iOS y también de todas las apps instaladas en el teléfono.
Un móvil desactualizado es un móvil vulnerable.
Evita entrar en sitios que manejen datos sensibles
Nunca inicies sesión en plataformas de redes sociales, en tu cuenta de correo electrónico, y mucho menos en tu banca en línea.
Eso jamás debe hacerse a través de redes abiertas y públicas (con o sin contraseña), ya que no sabemos como se gestionan, y pueden ser potencialmente inseguras.
Usa siempre sitios web que cuenten con un certificado de seguridad
Todos estos sitios web comienzan con HTTPS, y muestran el símbolo de un candado (algunas veces verde) en la barra de direcciones del navegador.
Esto significa que todas las conexiones hacia y desde el sitio están protegidas, y no pueden ser interceptadas por un tercero que se interponga en medio.
Aunque el uso de sitios cifrados no protege al cien por cien, sí que ofrece más garantías que otros sin cifrar.
Pero que la URL de una página web comience con https, no evitará necesariamente que ingreses en una página de phishing. Muchas páginas de este tipo utilizan certificados de seguridad.
Deshabilita el uso compartido
Cuando te conectas a Internet mediante una conexión que no controlas, es poco probable que quieras arriesgarte a compartir algo.
En función del sistema operativo, puedes desactivar el uso compartido de datos en las preferencias del sistema o desde el Panel de Control.
Deshabilita la conexión automática.
Una vez que te has conectado a una red, los dispositivos tiene la mala costumbre de guardar los datos de la conexión.
Y, a no ser que les indiques lo contrario, volverán a conectarse de forma automática cuando la red se encuentre disponible.
Si anteriormente has utilizado una conexión wifi gratuita o abierta, es muy recomendable que elimines dicha red de la lista, para que el dispositivo vuelva a solicitar permiso antes de volver a unirse a ella.
Instala una VPN
Sin lugar a dudas, una Red Privada Virtual es la forma más segura y privada de navegar por Internet.
Proporciona un túnel encriptado para todas tus actividades en línea y protege tus datos de los fisgones y los villanos.
Si no te queda otra que usar wifi público para hacer una transacción importante, o para compartir archivos, usar una VPN confiable es la opción más segura que tienes.
No solo protege tus datos, sino que también disfraza tu identidad y ubicación.
Esto hace que sea casi imposible que los malvados te rastreen y espíen tus actividades.
Si no quieres pagar, puedes instalar una de prueba que te sacará del apuro, pero huye de las gratuitas, (excepto de Proton VPN), ya que es peor el remedio que la enfermedad.
