Más temprano que tarde, todos acabamos haciendo trámites por internet que conllevan proporcionar información sensible. Por lo tanto, es muy importante salvaguardar nuestra presencia digital.
Para muchos, solo existe un tipo de personas: las que han sido pirateadas y las que no saben que lo han sido. Sin duda, esto puede sonar bastante extremo.
Solemos pensar en seguridad informática como algo técnico y complicado, y puede llegar a serlo. Sobre todo si se trata de proteger sistemas y redes corporativas.
Según el mantra popularizado por el experto en seguridad informática Bruce Schneier: las personas a menudo representan el eslabón más débil de la cadena de seguridad.
La información de identificación personal (PII) es un término relacionado con los diversos entornos de la seguridad de la información. Y en función de cada país, puede tener varias acepciones.
Un sandbox es un entorno físico o virtual utilizado principalmente para probar software, abrir archivos sospechosos, o ejecutar aplicaciones y programas potencialmente maliciosos.
Si un extraño nos regalase un automóvil sin documentación y con el número de bastidor borrado, es probable que, rechazáramos la oferta. Sin embargo, muchas personas no tienen la misma reacción cuando se trata de descargas de software a través de sitios de Torrents, o páginas de «programas full», que se pueden encontrar fácilmente en Internet.