Tal vez te registraste en una red social o en cualquier servicio en línea y luego te diste cuenta de que no era lo que esperabas, lo hiciste de forma puntual para un tema en concreto, o simplemente perdiste interés. No eres el único, muchos abandonan sus cuentas por diversos motivos, pero no se molestan en eliminarlas.
Probablemente, estés pensando, ¿a quién le importa si una cuenta creada en 2017 es pirateada? Solo fue generada un día de manera puntual, para descargar algo, o acceder a un foro.
Pero es posible que hayas tenido la pésima idea de usar la misma contraseña para otras cuentas.
Por lo que si una cuenta inactiva y aparentemente irrelevante es pirateada, podría causar una cadena de infracciones.
En primer lugar, es importante saber la diferencia entre desactivar una cuenta y eliminarla.
Desactivar una cuenta significa que puedes volver a utilizarla en cualquier momento: tu configuración, amigos y mensajes (si se trata de redes sociales) estará exactamente tal y como la dejaste.
Eliminarla te asegura que la cuenta se cierre, y toda la información relacionada con ella se borre por completo, por lo menos en teoría.
Las cuentas que permanecen activas, pero desatendidas, corren más riesgo de ser pirateadas.
Eliminar cuentas que ya no utilizas, es una de las mejores maneras de exorcizar los fantasmas del pasado, proteger la privacidad de tus datos y mantener a salvo tu identidad.
Muchas de estas compañías, han sufrido violaciones de seguridad que afectaron a decenas de millones de usuarios, incluidos los que no habían usado las plataformas en años.
Los escándalos de privacidad de Facebook (cada vez se parece más a una plaza pública) han ido creciendo de forma exponencial.
Una cuenta abandonada es susceptible de ser pirateada y empleada para robar tu identidad, distribuir malware, spam, o desplegar otro tipo de ataques.
Si la cuenta continúa activa, la red social, o cualquier otro servicio, puede que siga enviándote notificaciones a la dirección de correo electrónico con la que te registraste.
Por ejemplo, si detectan una actividad inusual, o si alguien ha iniciado sesión desde un dispositivo desconocido.
Pero al tratarse de una cuenta desatendida, posiblemente no les prestes atención.
Si hace años que no la utilizas, también es posible que el correo electrónico asociado a la misma, ya no exista, que el acceso a la cuenta no tenga configurada la autenticación de dos factores (2FA), o que ni siquiera recuerdes la contraseña.
Y si alguien consigue robarla, no te vas a enterar y perderás el control sobre ella.
Si te has cansado del exhibicionismo desmesurado de Facebook, de los troles y bots que vapulean a los sufridos usuarios en foros y sistemas de comentarios, o de las fotos manipuladas en Instagram, no basta con salir por piernas.
En esta página web, facilitan los enlaces para poder eliminar de forma manual tus cuentas de las principales redes sociales.