Ya sé que puede dar un poco de mal rollo, pero ¿Alguna vez has pensado en lo que pasará con toda la información que has ido dejando en línea cuando mueras? ¿Podrán tus familiares acceder a tus fotos, redes sociales y mensajes? ¿Tienen derecho a solicitar o a eliminar esa información?
Puede ser que no tengas ningún interés en que alguien borre tus datos una vez que hayas muerto, o prefieres que conviertan tu página de Facebook o Instagram en conmemorativa para que familiares y amigos publiquen sus condolencias.
En cualquier caso, para evitar problemas a los que de momento se quedan en este mundo, es importante gestionar bien el tema.
Dejar información en vida es la mejor solución
Puedes copiar en un medio extraíble (una especie de caja fuerte digital) todos los nombres de usuario y contraseñas de tus cuentas en línea, y guardarlo en un sitio seguro.
De esta forma tus familiares no tendrán que iniciar largos trámites con los distintos sitios en los que te registraste y podrán cerrar tus cuentas con mucha más facilidad.
Si tienes configurada la autenticación de dos factores en cuentas importantes, tus seres queridos necesitarán acceso a tu teléfono.
Una opción es agregar la huella digital o el rostro de una persona de confianza en las opciones de desbloqueo del dispositivo.
Servicios de terceros
Algunos servicios en línea, también permiten gestionar todas tus cuentas: suscripciones a servicios, blogs, contraseñas, cuentas de correo electrónico, redes sociales, dominios y otra información almacenada en la red.
Pero lamentablemente la mayoría son de pago.
Las compañías más relevantes de seguros de vida y decesos, también incluyen servicios como el borrado de huella digital entre sus prestaciones.
Privacidad después de la muerte
No existe una legislación clara sobre el tema: el principal argumento en contra del reconocimiento legal de la privacidad post mortem es la falta de daño real al usuario.
Y las medidas de protección de datos de la Unión Europea, conocidas como RGPD, se aplican únicamente a las personas vivas.
Es decir: una vez el interesado ha fallecido, aquellas entidades que estuvieran realizando algún tratamiento de sus datos personales, ya no tendrán obligación de cumplir con lo dispuesto en el RGPD.
Sin embargo, el RGPD sí que abre la puerta a que los Estados miembros puedan regular, mediante sus propias normas, el tratamiento de datos personales de personas fallecidas.
En España, esta regulación la encontramos en la LOPDGDD, pero no contradice demasiado a lo establecido en el RGPD.
Eliminar cuentas
La mayoría de las plataformas de redes sociales permiten cerrar las cuentas de una persona fallecida aportando cierta documentación.
Pero al no existir unas leyes claras, cada compañía actúa bajo sus propias normas y criterios, y son ellos quienes al final toman la decisión.
Cómo eliminar la cuenta de Facebook de un fallecido
El usuario puede configurar en vida una serie de opciones para decidir el destino de su cuenta después de su fallecimiento.
No obstante, si no ha dispuesto nada en este sentido, los familiares tienen dos opciones.
- Convertir su perfil en una cuenta conmemorativa: En este caso, Facebook permitirá la publicación de condolencias, pero dejará de enviar notificaciones.
- Eliminar la cuenta. Para recibir instrucciones detalladas acerca de cómo borrar la cuenta de Facebook de una persona fallecida, el interesado deberá ponerse en contacto con la red social a través de este formulario aportando alguna documentación que acredite el fallecimiento, así como la relación que tenía con esa persona.
Cómo eliminar la cuenta de Instagram de un fallecido
Instagram es propiedad de Facebook, por lo que el procedimiento es muy similar.
Se puede solicitar la conversión de la cuenta en conmemorativa o pedir su eliminación.
La solicitud se realiza mediante este formulario y también hay que aportar una serie de documentación.
- La partida de nacimiento del fallecido.
- El certificado de defunción.
- Una prueba de que el solicitante es el representante legal del fallecido o su heredero.
Cómo eliminar la cuenta de Twitter de un familiar fallecido
Es una de las redes sociales con una política más estricta en este sentido.
La persona interesada en este procedimiento, puede hacerlo a través del correspondiente formulario, aportando la siguiente información.
- Nombre completo y nombre de la cuenta de Twitter del fallecido, así como copia de su DNI.
- El nombre, y una copia del DNI del solicitante, junto con la relación que tenía con el usuario fallecido.
- Copia de un poder notarial que autorice al solicitante a actuar en nombre del titular de la cuenta.
Adicionalmente, Twitter permite solicitar la eliminación de ciertas imágenes o vídeos en que aparezca la persona fallecida.
No obstante, este no es un proceso automático y la red social podría denegar la solicitud por razones de interés informativo o causas similares.
LinkedIn
¿Tienes un currículo online en LinkedIn? Según la política de la empresa, algún familiar también puede solicitar la eliminación de tu perfil.
Pero le vas a dejar un buen marrón.
Los datos que va a necesitar el equipo de la red social de Microsoft para proceder a cumplir con esta petición no son pocos.
- El nombre de la persona fallecida.
- El enlace al perfil de LinkedIn.
- Acreditar la relación con el difunto.
- El correo electrónico del solicitante.
- La fecha de defunción.
- Un link a un obituario.
- La última compañía en la que trabajó el muerto.
Y, por si acaso, LinkedIn pide al solicitante que responda a algunas preguntas adicionales antes de acreditar todo lo anterior.
Una vez han quedado conformes, la red social se pondrá en contacto con el familiar para darle a conocer otros pasos a seguir.
Google
La compañía de California, cuenta con su propio Administrador de cuentas inactivas.
Es decir, deja todo el trabajo al usuario.
Lo que pretenden es que cada uno cree su propio testamento digital y gestione lo que quiera que ocurra con su cuenta después de muerto.
Una excelente idea que evitará futuras molestias a los familiares del fallecido.
Pero si no ha dispuesto nada en este sentido, los familiares lo tendrán bastante complicado, ya que las solicitudes relacionadas con un usuario fallecido se someten a una minuciosa revisión antes de tomar una decisión.
Pero eliminar los datos guardados en los servidores de estas compañías no siempre es tan fácil.
La recopilación y retención de datos generalmente sé específica en los términos y condiciones de cada servicio.
Pero como hemos dicho antes, no existe una legislación clara sobre el tema.
En función de estos términos y condiciones, las corporaciones pueden continuar siendo propietarias de ellos, por lo que los familiares pueden verse envueltos en un largo proceso para reclamar su eliminación.
Cuando todavía estás vivo, puedes optar por cancelar tus cuentas, o borrar gran parte de tus huellas en Internet de forma manual.
También hay herramientas como Deseat.me que facilitan el trabajo.
Pero difícilmente podrás hacerlo si estás muerto.
Por ello es muy recomendable establecer en vida cuál debe ser el destino final de tus perfiles de redes sociales, u otro tipo de cuentas, en caso de fallecimiento.
De lo contrario, puede que tus seres queridos tengan que luchar durante meses rellenando formularios para eliminarlos.
Seguridad
En caso de fallecimiento del titular, es muy importante eliminar de inmediato sus cuentas de redes sociales (y las de otros servicios), ya que al estar desatendidas alguien podría piratearlas.
En un escenario bastante inquietante, un ciberdelincuente podría enviar mensajes y solicitudes de amistad a los contactos del finado, con el fin de perpetrar alguna estafa.
También suplantar su identidad para cometer todo tipo de delitos, o empañar la memoria, el honor y la reputación de la persona fallecida.
