Un servidor proxy ya sea de software o de hardware, básicamente hace de puente entre el usuario y los sitio web u otros servidores de internet. Se puede utilizar por diferentes razones, como por ejemplo la eficiencia, la privacidad y la seguridad. El tráfico web se mueve a través del proxy hasta su destino final.
La URL se envía primero al servidor proxy, que maneja la solicitud, antes de enviarla al sitio de destino.
En función del tipo de servicio contratado, puede tener funciones adicionales como el filtrado de contenidos, escaneo en busca de malware, enmascaramiento del origen de la solicitud, o incluso el cifrado de todo el tráfico.
Pero a diferencia de las VPN, un proxy opera solo a nivel de aplicación, es decir, actúa sobre un programa específico y no sobre la totalidad de las conexiones de red.
Por lo tanto, hay que configurarlo de forma manual para cada aplicación (navegador web, cliente FTP, etc.)
Los servidores proxy se emplean comúnmente para la seguridad de la información, para la optimización del sistema, o como un medio de equilibrar la carga de páginas web en los navegadores.
También pueden servir como cortafuegos y manejar solicitudes de autenticación.
¿Por qué utilizar un servidor proxy?
Hay varios tipos de servidores proxy y se pueden configurar para una amplia variedad de roles.
A un usuario doméstico, un servidor proxy puede permitirle acceder a contenido que no está disponible en su país, o para enmascarar su dirección IP.
Para el jefe de este usuario, un proxy puede ser la razón por la que no puede ver Netflix en el trabajo.
Un servidor proxy puede estar geográficamente más cerca del usuario que del sitio web de destino, o puede ser un proxy inverso implementado por el propietario de un servidor web, para administrar el flujo de visitantes.
Evitar las restricciones.
Por ejemplo, si en tu lugar de trabajo no te permiten acceder a ciertos sitios web, puedes conectarte a un servidor proxy (siempre y cuando el administrador de TI no haya bloqueado este tipo de servicios).
De esa manera, el firewall detectará que estás conectado a un proxy, y no a un sitio web en particular.
También funciona de manera similar cuando se trata de burlar la censura de países totalitarios.
Saltarse el bloqueo por razones geográficas
Si algún contenido está marcado como no disponible en tu país, puedes conectarte a un servidor proxy que proporcione una IP del país que ha implementado el bloqueo.
Por ejemplo, imagina que una revista de informática con sede en Alemania, ofrece como promoción la descarga gratuita de software de pago solo para los residentes de este país.
Mejorar la seguridad en línea.
Un proxy de calidad puede actuar como un firewall que te defiende contra ataques maliciosos en línea.
Un firewall proxy, también conocido como firewall de aplicaciones o firewall de puerta de enlace, limita las aplicaciones que una red puede admitir.
Eso que aumenta los niveles de seguridad, ya que dificulta que los intrusos descubran dónde está la ubicación de la red a partir de la información de los paquetes.
También se puede configurar un servidor proxy para cifrar las solicitudes web y evitar que miradas indiscretas vean nuestras actividades.
Y en el nivel más básico, puede mantenernos más seguro al ocultar nuestra IP, y la dirección de los dispositivos conectados a internet.
Si no nos identificamos, nadie sabrá que fuimos nosotros quienes visitamos un sitio web.
Controlar el uso de Internet.
Es una práctica bastante común llevada a cabo por las empresas. Mediante un proxy, pueden prohibir que los empleados accedan a algunas direcciones web.
También puede usarse como control parental para evitar que los menores visiten páginas infames.
Mejorar la velocidad y ahorrar ancho de banda.
Un uso más interesante para las empresas que para los usuarios domésticos es guardar en caché copias de sitios web a los que los empleados acceden con frecuencia.
Si diez usuarios visitan la misma página web, el servidor proxy puede hacer ping una vez, y luego distribuir la información a todos ellos, lo que reduce la carga de la red.
¿Cuáles son los riesgos de utilizar un servidor proxy?
Como todo en la vida, el empleo de servidores proxy tiene sus ventajas y desventajas.
¿Conoces el viejo dicho, obtienes lo que pagas?
Los proxies gratuitos son turbios: si solo deseas usar un proxy para desbloquear contenido, seguramente te verás tentado a utilizar uno de gratuito.
Sin embargo, debes resistir esa tentación: los servicios gratuitos tienen que hacer dinero de alguna manera, por lo tanto, podrían recopilar y vender tus metadatos.
Falta de seguridad.
La mayoría de los proxies gratuitos no cifran el tráfico, por lo que emplearlos no nos protege contra los vampiros de datos y de otros fisgones que espían nuestros hábitos de Internet.
Al mismo tiempo, los proxies generalmente no están protegidos contra la filtración de direcciones IP, lo que, entre otras cosas, permite a las empresas de transmisión de contenidos como Netflix descubrir desde dónde estamos conectándose y bloquear la conexión.
Políticas de privacidad dudosas
El servidor guarda localmente (posiblemente sin cifrar) nuestra dirección IP original y la información de las páginas web que hemos visitado.
Hay que asegurarse de verificar qué tipo de política de privacidad aplica a nuestros datos.
Política de privacidad de un servicio gratuito (traducción libre):
Este sitio web utiliza archivos de registro. La información dentro de los archivos de registro incluye direcciones de protocolo de Internet (IP), tipo de navegador web, proveedor de servicios de Internet (ISP), fecha/hora, páginas visitadas y número de clics, para analizar tendencias, administrar el sitio, rastrear el movimiento del usuario y recopilar información demográfica.
¡Casi nada!
Los más infames, pueden compartir nuestra dirección IP para realizar todo tipo de actividades.
Pero para los usuarios que solo buscan un medio puntual para superar el bloqueo de contenido, o enmascarar su IP aún pueden funcionar.
No es aconsejable utilizar un proxy gratuito, pero si alguien quiere probarlos, estas son algunas opciones.
- ProxySite: con servidores con IP de USA y Europa, afirman ofrecer la máxima velocidad y seguridad con SSL.
- KProxy: con extensión para Firefox y Chrome. Tienen una versión de pago, lo que es una buena señal.
- Hide Me: con servidores con IP de Europa y USA.
- VPN Book: con cifrado SSL y servidores con IP de USA, Canadá y Europa.
Estos tipos de proxy se pueden utilizar directamente a través de un navegador, o instalando una extensión.
Todo lo que necesitas es abrir su página web e introducir la URL que deseas visitar de forma anónima en un campo de búsqueda, sin necesidad de cambiar los ajustes y configuraciones de tu navegador.
Algunos ofrecen instalar de forma gratuita sus extensiones para Firefox o Google Chrome, pero no lo recomendamos.
Tampoco es una buena idea utilizarlos para visitar la página web de nuestro banco, redes sociales, etc.
Igual que pasa con los servicios de VPN: si queremos privacidad de primer nivel, calidad y seguridad, hay que pagar.
Mediante el uso de servicios gratuitos, los usuarios se exponen a vulnerabilidades de seguridad, como la manipulación del contenido (pueden ser redirigidos a páginas maliciosas), o la falta de cifrado.
¿Son legales los servidores proxy?
Sí, pero también se pueden emplear para prácticas ilegales, como la descarga de material protegido por derechos de autor.
En cualquier caso, en lugar de usar un proxy gratuito, la red Tor, es una de las formas más anónimas de navegar por Internet.
Y si en vez de anonimato queremos seguridad mediante cifrado, privacidad, y una velocidad decente, la opción más factible es utilizar una buena VPN.
