Las formas de relacionarnos han cambiado mucho en las últimas décadas, para bien y para mal. Ahora es relativamente fácil conocer a alguien interesante en internet, pero el aumento de las citas en línea también ha reactivado una vieja estafa llamada catfishing.
Catfishing es una estafa donde alguien asume una falsa identidad para seducir o engañar a otra persona en Internet.
Las motivaciones detrás de una persona que practica el catfishing son tan complejas como inquietantes.
A veces el perpetrador es solo una persona solitaria o llena de complejos que piensa que su verdadera personalidad no es lo suficientemente buena y se inventa otra.
Pero también hay desaprensivos que buscan estafar, vengarse, o acosar sistemáticamente a sus víctimas.
Cómo saber si una persona que has conocido en línea es un estafador
Estos estafadores tienen su coto de caza principalmente en rincones de Internet, como por ejemplo determinadas salas de chat o páginas de contactos, en busca de personas vulnerables, o con carencias afectivas que buscan que alguien las valore.
También se aprovechan de personas que por el motivo que sea necesitan iniciar desesperadamente una relación.
Pero no hace falta haber sufrido una crisis emocional o estar pasándolo mal, para convertirnos en una víctima potencial.
Utilizando perfiles irresistibles, pueden acercarse a cualquiera en sitios como plataformas de citas en línea o redes sociales.
La única forma en que podemos protegernos de estos embaucadores es conocer sus pautas de comportamiento, ya que su modus operandi puede revelarnos pistas.
Tienen escasos amigos o seguidores y fuera de sus objetivos, no interactúan prácticamente con nadie
Si conoces a alguien en un sitio web de citas o en las redes sociales, desplázate a su perfil de inmediato.
La mayoría de los estafadores tienen perfiles falsos que están bastante logrados para parecer reales.
Puede ser difícil detectar una falsificación, a menos que sepas lo que estás buscando.
- Revisa su lista de amigos. Si tienen menos de diez, es un síntoma bastante claro de que se trata de un perfil falso.
- También es conveniente verificar la fecha en que se creó dicho perfil.
- Si la antigüedad de la cuenta es de solo unos días antes de producirse el contacto, probablemente deberías sospechar seriamente de sus motivos.
Si coinciden dos o más de estos factores, casi seguro que se trata de un estafador.
Evita encuentros en persona y sesiones de Skype
Si has estado chateando durante cierto tiempo con una persona y os habéis caído de puta madre, es natural que si las circunstancias lo permiten, desees reunirte físicamente para tomar una copa o un café.
O por lo menos, planificar un videochat en línea para conocer mutuamente vuestro aspecto físico y hablar en tiempo real.
Sin embargo, si esta persona parece estar esquivando estas opciones, es hora de considerar muy seriamente la posibilidad de que no sea quien dice ser.
Un estafador solamente interactuará en línea y hará todo lo posible para evitar un encuentro cara a cara.
Una característica distintiva de este tipo de personajes es aceptar con entusiasmo una reunión en persona o una videollamada, y luego en el último minuto alegar algún tipo de excusa, como por ejemplo un compromiso laboral o un problema de conexión a Internet.
Su imagen es demasiado perfecta para ser verdad
Apenas podías creer tu suerte cuando iniciaste sesión en tu red social o aplicación de citas y viste a esa (o a ese) modelo digna de una portada en Cosmopolitan persiguiéndote de forma compulsiva.
Después de todo, es demasiado bueno para ser verdad.
Si tu contacto en línea es excepcionalmente atractivo (o atractiva) es posible que la persona real detrás de la cuenta haya sacado la foto de algún banco de imágenes, o de la página web de una agencia de modelos.
Además, ten cuidado con las fotos o imágenes extremadamente profesionales.
Una persona «normal» que pretende darse a conocer en internet, normalmente usará una foto tomada mediante un teléfono móvil o algo similar, no contratará a Mario Testino.
La tecnología de inteligencia artificial sirve para muchos propositos, desde chatbots hasta aplicaciones de navegación. Pero también puede generar perfiles falsos muy creibles.
Intenta una relación seria demasiado rápido
Aún no os habéis visto en persona ni salido a cenar, pero tu nuevo amigo en línea te está enviando declaraciones de amor, cartas apasionadas o incluso propuestas de matrimonio.
Es poco probable que alguien afirme que te ama después de dos semanas chateando y sin ni siquiera conocer tu aspecto en vivo y en directo.
Seguramente está tratando de crear un vínculo afectivo lo más rápido posible para manipularte y obtener algún beneficio, posiblemente de tipo económico.
Siempre parece necesitar ayuda
Si estableces un intercambio con alguien en línea, ten mucho cuidado con las solicitudes de dinero u otros favores.
Una cosa es practicar deportes de riesgo y prestar dinero en efectivo a un familiar o amigo de confianza, y otra muy distinta es enviárselo a alguien que acabas de conocer por internet.
Intentará manipularte alegando una enfermedad que requiere un ingreso hospitalario que cuesta un ojo de la cara, o algo similar, para que le transfieras dinero.
Otra treta muy común es decir que quiere conocerte en persona y no puede costearse el viaje.
Si por casualidad se trata de esa (o ese) modelo digna (o digno) de una portada en Cosmopolitan, respira hondo, y no corras a la oficina de correos.
Sus historias parecen extravagantes o demasiado vagas
Si estás hablando con alguien en línea o por teléfono, presta mucha atención a lo que dice o escribe.
Un estafador intentará ser parco en palabras para que su objetivo hable la mayor parte del tiempo y de esta forma poder recopilar detalles sobre su vida para utilizarlos más adelante.
El villano evitará proporcionar demasiados detalles sobre sí mismo, para no entrar en contradicciones en futuras conversaciones.
Nadie tiene la memoria suficiente para mentir siempre con éxito.
Hazle preguntas específicas para ver si su relato es coherente, sin llegar a aplicarle el tercer grado, ya que podría tratarse de una persona real con buenas intenciones.
Las respuestas extravagantes son una pista muy valiosa para detectar un fraude: soy técnico especialista en desactivación de artefactos explosivos subacuáticos.
Por supuesto, podría ser verdad, pero no es una profesión muy común, como médico, abogado o mecánico.
Las inusualmente vagas también: por ejemplo, está explicando alguna cosa y, sin venir a cuento, se desvía del tema y acaba contando otra.
Qué hacer
En función del nivel de implicación, ser víctima de uno de estos personajes puede llegar a convertirse en una experiencia dolorosa, e incluso dejar cicatrices emocionales duraderas.
Darse cuenta de que una conexión emocional se construyó sobre una mentira también puede llevar a que las personas se sientan deprimidas y con baja autoestima.
Por lo tanto, lo mejor es ser escépticos
Si sospechas que alguien que has conocido en línea es en realidad un depredador, puedes hacer una búsqueda inversa de imágenes en Google para ver si las fotos que te ha enviado han sido obtenidas de un banco de datos.
- Antes de involucrarte demasiado con alguien, investiga un poco en bases de datos de fuentes abiertas (OSINT).
- Configura las opciones de privacidad de la red social o de la aplicación.
- Huye de los perfiles que ofrecen pocos detalles.
- Abandona el hábito de compartir información confidencial.
- Utiliza canales alternativos para verificar con quién estás tratando.
- Confía en tu instinto: si algo no te cuadra, probablemente se trate de un estafador.
Una vez que hayas determinado de manera razonable que estás tratando con un indeseable, corta inmediatamente la comunicación.
No le des la oportunidad de intentar convencerte, mediante argumentos o razonamientos que cambian de manera más o menos sutil en el curso de la conversación.
Cuando las personas no son capaces de responder a una pregunta concreta con un sí o un no y empiezan a divagar, es probable que estén tratando de confundirte.
Tampoco entres en una dinámica de insultos e improperios y lo mandes a tomar por el culo, o algo similar.
Simplemente, deja de responder a sus requerimientos.
A continuación, guarda todos los mensajes e imágenes que te haya enviado, por si es necesario presentar una denuncia, y en el caso de las redes sociales, o aplicaciones de citas, bloquea a la persona y denuncia su cuenta.
De esta forma, contribuirás en gran medida a que otras personas no caigan en la trampa de estos buitres.