En cumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea y otras legislaciones similares, todos los sitios web estamos obligados a informar a nuestros usuarios que utilizamos cookies.
Algo parecido a decir que el mar tiene agua.
Por no hablar de que algunas son imprescindibles para que un sitio pueda funcionar.
Y siendo sinceros, la mayoría de nosotros las aceptamos sin perder un solo segundo en leernos las políticas de cada sitio, para saber el tipo de galletas que nos vamos a comer si entramos en una página web.
Únicamente un tanto por ciento muy limitado de usuarios lee y configura las preferencias de las cookies.
Por lo tanto, podríamos decir que las medidas tomadas por la Unión Europea, en este sentido, no sirven de mucho.
Y sospechamos que el hecho de no aceptarlas, no impide que los anunciantes de los sitios web, y los sistemas implementados para recopilar estadísticas de los visitantes como por ejemplo Google Analytics recopilen información sobre nosotros.
Dicho de otra forma: no tenemos forma de saber si al visitar una web nos las vamos a atener que comer con patatas, las aceptemos, o no.
Hemos de confiar en que el administrador del portal no solo a colocado un bonito cartel, si no que también ha implementado un sistema que regule verdaderamente el uso de cookies.
Si estamos cansados de ver estos insidiosos mensajes, existe un complemento para los navegadores más populares llamado I don't care about cookies, que permite eliminar las advertencias de cookies que aparecen en casi todos los sitios web, evitándonos de esta manera miles de clics innecesarios.
Para ello, esta extensión acepta automáticamente y sin interacción por parte del usuario la política de cookies de los distintos sitios que visitamos.
La desventaja es que la extensión va a su aire, y acepta o deniega las cookies que le da la gana.
Alternativas
Por tanto, lo mejor para mantener nuestros datos fuera del alcance de las empresas de marketing es configurar el borrado automático de cookies e implementar medidas en el navegador para impedir el seguimiento por parte de los grandes vampiros de datos.
Para esto, existen extensiones del navegador como Cookie Auto Delete que brinda al usuario la forma perfecta de eliminar estos registros simplemente al salir de un sitio web.
Decentraleyes es una extensión para el navegador de código abierto y gratuita con la que se puede evitar el seguimiento de los usuarios.
Evita que muchas solicitudes lleguen a redes como las bibliotecas alojadas en Google y sirve archivos locales para evitar que los sitios se rompan.
Complementa a los bloqueadores de contenido habituales.
Actualmente, está disponible para los navegadores Firefox, Pale Moon, Chrome y Opera en más de 30 idiomas.
Privacy Badger es otro complemento diseñado para los principales navegadores que evita que los anunciantes y otros rastreadores de terceros monitoricen nuestra actividad en internet.
Si un vampiro de datos está rastreándonos sin nuestro permiso (lo extraño sería que no estuviese haciéndolo), Privacy Badger bloquea automáticamente a ese impresentable para que no cargue más contenido en el navegador.
Para el chafardero, es como si hubiésemos desaparecido de repente.
uBlock Origin es una extensión del navegador multiplataforma gratuita y de código abierto para el filtrado de contenido, cuyo objetivo principal es neutralizar la invasión de la privacidad y es muy fácil de usar.
Además, no es solo un bloqueador de anuncios, sino también un bloqueador de contenido de amplio espectro.
La extensión está disponible para los navegadores Safari, Mozilla Firefox, Chromium, Google Chrome, Opera y Microsoft Edge.
